Infancia.

Cuando eres pequeño quieres crecer, quieres tener unos cuantos años más para poder ser independiente, para poder ser "como los mayores" y cuando "eres como los mayores" quieres volver atrás, quieres volver a jugar con las muñecas, con la arena, quieres llenarte de porquería jugando, quieres volver a ser ignorante, a no enterarte de nada a que tu mayor problema sea qué pedirle a los reyes si una muñeca o una cocina, pero ya no puedes, y sientes que has desaprovechado una pequeña parte de tu infancia pensando en que quieres ser mayor y te das cuenta de que le tenías que haber hecho caso a los mayores y a dejar de intentar ser mayor para comportarte como un niño y aprovechar la infancia al máximo, pero ya es tarde, ya no puedes hacer nada, solo te queda resignarte e intentar que a los demás no les pase lo mismo. Pero también puedes recordar todos aquellos momentos jugando y corriendo por el parque, y disfrutando, eso es con lo que hay que quedarse, con los momentos en los fuiste feliz, porque ahora ya no podrás serlo de igual forma, porque la felicidad de la infancia es algo que nunca se olvida y es una felicidad especial.