Soy así.

Y veo la vida de un modo no muy peculiar, a cada segundo que pasa le doy la importancia necesaria, porque nunca volveré a vivir ese segundo y por eso hay que vivir la vida al límite sin preocuparte por nada, sin hacerle caso a nadie, salvo a tu corazón, hacer caso al corazón, esa es la receta para ser feliz, da igual lo que digan o lo que hagan, si tú eres feliz nadie va a poder cambiar tu estado de ánimo y si te gusta alguien, díselo, ¿qué vas a perder? en todo caso ganarás, pero como vivimos en un mundo donde mostrar los sentimientos está mal visto y la gente se ríe de ti por eso pues nada, todo a la mierda y los que no tenemos miedo a mostrar nuestros sentimientos y a hacer lo que nos dicte el corazón somos tratados como unos bichos raros, como si hacer lo que queramos estuviera penado con la muerte, pues no, no me da la gana de hacer lo que todos hacen, no, voy a hacer lo que me apetezca y en el momento que me apetezca, nadie, me va a convencer de lo contrario, soy como soy y si no te gusta, pues lo siento, a mi si me gusta como soy.