Juguemos al juego de no sentir.

Una decepción y otra y otra más, y otra... así todo el rato, siempre intentando hacerme la fuerte, intentando ayudar a los demás haciéndome la fuerte aunque por dentro estuviera hecha una mierda, porque sabía que me necesitaban y ahora, ahora estoy yo mal y nadie me dice nada, todos pasan de mí, de mi puta cara, como si no existiera y lo que más me fastidia es que yo cuando veía a alguien como yo estoy ahora mismo, me da igual si la conociera o no, eso no importa, lo que importa es que lo está pasando mal y que necesita a alguien, pero ahora estoy yo mal y nadie me dice nada, todos pasan de mí, pues muy bien, hay que ser una piedra sin sentimientos, pues seamos piedras sin sentimientos, ¿ queréis que juguemos a eso? pues por mí perfecto, a mi me vendrá de perlas no tener que estar escuchando a gente pasándolo, me vendrás bastante bien, la verdad, ahora, os digo una cosa, ateneos a las consecuencias...