Fin.

- ¿Qué te pasa?

+ Nada.

- Sí, te pasa algo,  y no me mientas porque lo sé.

+ (Silencio) Si te digo lo que me pasa te voy a hacer daño

- Dímelo, cuanto antes mejor.
+ Mira, no sé qué me ha pasado, ni cuando, ni dónde, ni nada, solo sé que ya no siento esas mariposillas en el estómago al pensar en ti, que no cruzo los dedos para que hayas respondido a los mensajes que nos dejamos, a que no me gusta aguantarte la mirada, me siento incómoda, algo rara, no sé explicartelo, pero lo que si sé es que no quiero hacerte daño y que es mejor que lo dejemos, lo que fuera que tuviésemos, es lo mejor para los dos...
- Si tu lo dices...
+ No es que yo lo diga, es que es lo mejor, ahora no te das cuenta, pero en unos meses, días, años, siglos... te darás cuenta, no quiero hacerte daño, por eso hago eso.
- Pues muy bien.
+ Joder, no te pongas así, te he querido mucho, pero se acabó, la vida es así, no puedo hacer nada.
- (Se marcha sin decir nada)
+ (Grita) Lo siento.
- (Empieza a correr)
Y ahora qué, ya lo he dejado, he hecho lo mejor para mí, pero me siento como una puta mierda, tengo la culpa de que esté como el culo, pero es que tampoco puedo forzarme a quererlo, porque estas cosas no se fuerzan, estas cosas salen, y a mi no me sale quererte, un día me salió, pero hoy no, sé que esto duele, y mucho ya que lo he probado en mis propias carnes, pero es lo mejor, por experiencia te lo digo, y algún día me lo agradecerás y espero que me perdones.